Esta sopa es estupenda. Es muy sencilla y es sana y, sobretodo, está buenísima. La podemos preparar con ingredientes que habitualmente tenemos en casa. Este es mi pequeño homenaje a mi suegra Hortensia. La primera vez que la probé fue en su casa hace muchos años y esta es su receta.
INGREDIENTES
- 2 cebollas grandes
- Unas rebanadas de pan, preferiblemente del día anterior
- Queso gruyere rallado
- 1 pastilla de caldo y un litro de agua para disolverla
- 1 cucharada de harina
- 1 chorrito de vino blanco
- Un poco de mantequilla
- Aceite de oliva
- Sal, orégano, tomillo y pimienta
PREPARACIÓN
Empezamos cortando la cebolla en rodajas, un poco de sal y la rehogamos con la mantequilla y el aceite. Puedes equilibrar la cantidad de aceite y mantequilla el gusto, incluso usar una de las dos cosas solo. Debemos rehogar la cebolla poco a poco hasta que esté blandita pero sin que se dore. A continuación, ponemos la harina y la cocinamos un poquito.
Después le vertemos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol. Añadimos el agua con la pastilla de caldo y la pimienta, el orégano y el tomillo. Cocemos unos 20 minutos.
Preparamos unos cuencos de barro indivituales y vertemos la sopa caliente en ellos. Colocamos encima una rebanadas de pan tostado y espolvoreamos el queso. Finalmente los introducimos en el horno y los gratinamos.
Rica, rica, rica. Ya veréis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario